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Hoy os traemos una entrevista que ha hecho nuestra editora Mercedes a Fernando Llor para celebrar el Día de las Letras Gallegas.

(Esta entrevista es una transcripción de la conversación que mantuvieron Mercedes y Fernando, y que puedes escuchar en Ivoox)


Este día se celebra desde 1962 para homenajear a aquellas personas que destacaron por su creación literaria en idioma gallego o por su defensa de dicha lengua. Esta fecha se eligió para conmemorar la publicación del primer ejemplar de la obra Cantares gallegos, de Rosalía de Castro, que marcaría el inicio del «Rexurdimento» o renacimiento cultural del gallego.
Hace ya más de cuatro años que conocemos a Fernando. Comenzamos a trabajar juntos en el tercer número de la revista The RocketMan Project Presenta… donde nos trajo una historia de cazadores de sueños que dibujó María Gil titulada «La Biblioteca». De esta historia luego surgió Las Catacumbas de Salem, el primer libro que editamos y un cómic colaborativo con el que hicimos nu estra primera campaña de crowdfunding, imprimimos nuestra tirada más larga hasta la fecha y conocimos a nuevos autores y también a muchos nuevos lectores. Pero hoy no queremos hablar con Fernando de los cómics que ha publicado con nosotros o de los cómics que va a editar, o no solo de esto. Hoy queremos conocer la labor de divulgación que realiza Fernando.
Mercedes: Bueno, aprovechando que es el Día de las Letras Gallegas… ¿hablas gallego en la intimidad? ¿Forma el gallego parte de tu día a día?
Fernando: No, yo no soy gallegohablante. Mi familia viene de la zona a de Levante, de Alicante concretamente, y en mi casa nunca se ha hablado el gallego. Mi madre, a pesar de haber nacido aquí no estudió gallego en el colegio, porque en los años sesenta el gallego estaba prohibido en las escuelas. Sí que es verdad que en instituto y durante unos años tuve un acercamiento muy claro hacia el gallego y hacia la literatura en gallego. Pero llegó un momento en el que me distancié y no soy un gran hablador de gallego. Lo entiendo perfectamente claro, pero no lo practico.
M: ¿Cómo crees que es la situación del gallego en general?
F: Santiago de Compostela es un gran núcleo de “galegofalantes”, pero creo que cada año se van perdiendo usuarios de la lengua. Hay iniciativas para intentar que no se pierda e incentivar su uso, pero ahora estamos en una situación un poco complicada. En esta situación influyen muchos factores. Cuando yo era chaval era muy fácil acercarse al gallego porque había muchas series que ver en la televisión, como Dragon Ball, Doctor Slump… que estaban en gallego porque se emitían en la televisión de Galicia. Esto cada vez se va perdiendo más porque cada vez hay más competencia en la televisión, por lo que la oferta en gallego se va reduciendo en comparación con el resto de canales, es una cuestión de proporción.
La juventud en mi generación pasábamos una gran parte de la tarde escuchando el gallego en un programa que se llamaba Xabarín Club, que puso de moda un montón de canciones en gallego, de muchos grupos que se sumaron después a la honda de este programa. Y fue una época realmente prodigiosa en este sentido, porque surgieron muchos grupos con chavales cantando en gallego. Pero después de esto hay un parón en este sentido.

«A Mesa pola Normalización Lingüística» va a anunciar una revista de cómic cien por cien en gallego.

Pero ahora están surgiendo otras iniciativas para recuperar todo esto. Este mismo día 17 la institución «A Mesa pola Normalización Lingüística» va a anunciar una revista de cómic cien por cien en gallego. Esta institución lleva años luchando porque el gallego se haga un hueco en la cultura del país. Esta revista es muy buena noticia, porque no hay ningún producto así desde hace años.

M: ¿Y tú participas?
F: Sí, claro, participo con dos historias. La revista la dirige Kiko Da Silva, el director de la escuela de cómic O Garaxe Hermético, donde también trabajo.  Las dos historias que aparecen tienen intención de ser seriadas. Y en la revista también participan Miguelanxo Prado, Miguel Porto, Fernando Iglesias, Fran Bueno… Vamos, un grupo de autores en gallego muy potente.
M: Estas historias, ¿las has escrito directamente en gallego?
F: Sí, escribo en gallego. Pero necesito un revisor.
M: Entonces, ¿te gustaría que alguno de los libros que ya has publicado se tradujera al gallego?
F: Sí, la verdad que sí. De hecho, dentro de unos días sale a la venta El espíritu del escorpión, publicado por Panini. Y la intención es que en agosto, durante el Viñetas desde o Atlántico (evento de cómic que se celebra en A Coruña) salga también en gallego con Retranca Editora. Es una apuesta por hacer una novela gráfica que salga en gallego y promover este tipo de producto. Esta misma editorial también va a publicar Pinturas de guerra, de Ángel de la Calle. Hay que ir sumando esfuerzos en esta dirección.
M: Es muy importante para una lengua tener soporte físico, tener obras que leer. Es muy difícil que la lengua evolucione, pero que también permanezca cohesionada, si no se publica literatura en esa lengua.
F: El tema de los dibujos animados, el cine, la música… ayudaban mucho a la promoción del gallego. Estos productos tendrían que tener una vida en gallego más potente de la que tienen ahora. Es difícil, y por eso hacen falta días como el de las Letras Gallegas. Esto es necesario porque hay que paliar un situación que es problemática.
M: Y ahora que has escrito en gallego, ¿has notado alguna dificultad añadida?
F: Es verdad que para escribir en una lengua que no es la que utilizas en tu día a día tienes que ponerte al día en cuanto a expresiones cotidianas, entender la musicalidad de la lengua, el ritmo a la hora de construir los diálogos… son determinadas cosas que tienes que tener en cuenta en un proceso mental previo para adaptarte al idioma en el que va a salir el libro. No es que sea difícil cuando eres bilingüe de nacimiento, pero sí que requiere cambiar el chip, como con cualquier otro idioma. Si tú estás haciendo una obra para el mercado inglés y tienes la facilidad de escribirla directamente en este idioma, pues mejor, porque ya no tienes que pasar por el proceso de traducción.
M: Y moviéndonos desde la lengua gallega a la cultura gallega. El último día, una obra de zombies que está ambientada en Vigo, va a publicarse en Estados Unidos. Supongo que esto tiene que ser bueno para Galicia y para la ciudad, aunque sea un pequeño grano de arena.
F: Yo tengo una discusión siempre en este sentido. Parece que por ser una historia postapocalíptica tiene que suceder en una zona cualquiera de Estados Unidos. Parece que si se va a contar una historia de zombies tenemos que irnos allí porque aquí nunca podría haber pasado.
M: Igual que los extraterrestres siempre aparcan allí y quieren hablar con el presidente de los Estados Unidos.
F: ¿Por qué no va a poder ocurrir un Apocalipsis zombie en mi ciudad, en mi barrio? ¿Por qué tengo que irme a Washington D.C. para hablar de zombies? Esto me deja una sensación extraña… A la hora de contar una historia de género, ya sea de terror ya sea algo tan concreto como los zombies, puede situarse en cualquier lado.

¿Por qué no va a poder ocurrir un Apocalipsis zombie en mi ciudad, en mi barrio?

M: Pero que hayáis encontrado un editor extranjero antes que uno nacional, ¿significa que estamos más receptivos ante las culturas externas a la nuestra? ¿Es más atractiva la mitología vikinga que la gallega? No sé si ahí hay una fuente de inspiración para crear cómics que llamen a un público amplio.

F: Tenemos una riqueza en cuanto a leyendas, una riqueza cultural que no estamos explotando en el cómic. Sí que es verdad que hay un montón de literatura fantástica que va bebiendo de estas fuentes y lo va utilizando un poco más. Pero en cuanto al cómic propiamente dicho, se echa en falta. Cómics con la Santa Compaña, con leyendas gallegas que están ahí desde siempre y que parece que no nos atrevemos, no sé si por respeto o por ignorancia. Sí que es verdad, igual que la mitología asturiana, hay leyendas de todo tipo que se podrían aprovechar.
M: Estoy  acordándome ahora de Terra de Meigas, que podría ser un ejemplo de acercamiento a la cultura gallega. Pero son pocos los cómics que aprovechan todo ese material. Tal vez tenemos miedo a que lo casero sea menos popular, o menos moderno…
F: También puede que haya cierto respeto que nos impide actualizar el mito. Qué pasa si cojo este material y lo adapto a los tiempos modernos, me van a decir de todo… Sí que tenemos cierto respeto.
M: Volviendo a hablar de O Garaxe Hermético. Una escuela gallega que ha crecido mucho y suena mucho dentro del mundo del cómic. Parece que están saliendo muchos autores, muchos profesionales. ¿También están surgiendo más lectores?
F: La escuela lleva seis años abierta y cada año se matriculan más alumnos. Está creando una cantera del cómic hecho en Galicia. Está colocando páginas de cómic en el Diario de Pontevedra todas las semanas. Ha metido historietistas en periódicos y en distintos medios. Se han publicado varios libros colectivos con los alumnos. Y este año  hay dos alumnos de tercero que antes de terminar el curso ya están negociando sus proyectos con editoriales. Se está creando un caldo de cultivo que va a acabar de germinar de aquí a dos o tres años. En Pontevedra también hay facultad de Bellas Artes, que también influye para crear este ambiente. Yo estoy muy contento con el trabajo de la escuela y también con la respuesta de los alumnos. Que antes de terminar los estudios ya estén firmando contratos es muy ilusionante.
M: Parece que la escuela está marcando un modelo y haciendo las cosas de una manera diferente a otras escuelas de cómic del país.
F: Hay algo que Kiko siempre quiere destacar, y es el hecho de que no se les forma solo como autores completos; dibujan, escriben, hacen todo el proceso del cómic; si no que también hay una gran parte de tiempo dedicada a que sepan ser autónomos. A que sepan temas de fiscalidad, a que sepan preparar un presupuesto y también una factura, que sepan cuales son sus derechos cuando hablan con una editorial… Se les prepara para ser profesionales. Cuando entras tienen una afición, un sueño lejano en el que te quieres dedicar al cómic, pero cuando sales tienes que tener muy claro cuáles son los pasos y cómo tienes que hacerlo. Creo que esto marca la diferencia. Aquí nos empeñamos mucho en que sepan cómo funciona el mundo real, con sus virtudes y sus defectos.
M: Es algo que pasa en muchas profesiones, que acabas los estudios y no sabes cómo enfocarlos al mercado laboral. Y como profesor de guion en la escuela, ¿qué intentas transmitirles?
F: Siempre me gustó dar clase. Antes de estar en esta escuela ya hice unos talleres de guion en el Cineclub Lumiere durante 5 años. En la escuela lo que más me cuesta es hacer entender a los alumnos es que los cómics se leen. Y como se leen hay que escribirlos. Esto supone, sobre todo cuando estás empezando, tanto esfuerzo o más que dibujarlos. Casi todos los alumnos entran con un perfil de dibujante. Y a su vez todos quieren ser autores completos, no piensan en contactar con un guionista para sus historias. Este es mi caballo de batalla diario, hacerles entender que escribir también supone muchas horas de práctica, que es un músculo que hay que trabajar. A veces parece que no, porque todos tenemos ideas, y luego los diálogos se van haciendo sobre la marcha. Pero no es así, es un trabajo que cuesta y que hay que sentarse y dedicarle horas. Porque también tiene una técnica que hay que dominar, no es solo la inspiración de las musas. Esto es lo que más me cuesta con ellos, pero yo estoy muy contento de dar clases y de la respuesta de los alumnos. 

Escribir guiones… es una técnica que hay que dominar, no es solo la inspiración de las musas.

M: Y además de todo esto, ¿estás ahora colaborando con algún evento de cómic? Después de Boom Films and Comics, ¿hay algún evento de este estilo en la ciudad?

F: No, después del Boom estamos huérfanos de eventos. De vez en cuando se hacen exposiciones y presentaciones de títulos con los autores en librerías. Pero no hay ningún evento un poco mayor. No hay jornadas ni fiesta del cosplay. Así como en Coruña se hace la Expotaku y la Hobbycon, y luego está el Viñetas desde el Atlántico, en Vigo no hay nada. Y tampoco hay ninguna asociación que esté promoviendo nada en este sentido. Tal vez sería interesante ver qué tipo de evento podría encajar en Vigo. Porque sí que hay tres librerías de cómic en Vigo que funcionan muy bien a nivel de ventas, pero luego no se sabe dónde está el lector o qué perfil tiene. Sería interesante hablar con los libreros y analizar qué público tenemos.
M: Ver qué tipo de público tienen, qué es lo que más vende…
F: Sí, porque tú puedes intentar hacer un evento tipo Jornadas de Avilés y luego darte cuenta de que en Vigo sobre todo se lee manga. Es que sin esta información es muy difícil, es como lanzar una moneda al aire. Además estos eventos ya no cuentan con el apoyo del ayuntamiento, que últimamente no se mete en nada. No creo que vaya a ocurrir pronto que vuelva a haber un evento relacionado con el cómic de la escala de Boom.
M: ¿Crees que hay público en Vigo para estos eventos?
F: La Boom no se pudo repetir porque el evento se presupuestó muy mal y generó muchas pérdidas de dinero. A lo mejor no se calculó bien la previsión de público, y si el público estaba dispuesto a un evento de tipo multidisciplinar, donde se juntan actores de series de televisión, autores de cómics, cosplayers y youtubers… A lo mejor tenía más sentido hacer eventos más pequeños por separado para cada tipo de público.
M: ¿Qué iniciativa crees tú que ayudaría a incentivar la lectura de cómic?
F: Yo esto lo tengo claro. Creo que el cómic debería empezar a entrar como lectura obligatoria en los colegios. En esta selección que tienes que leer para clase, que uno o dos títulos a lo largo del año fuesen comics. O que incluso se llegase a un acuerdo con determinadas editoriales par adaptar títulos que ya están en el programa escolar.
M: En este sentido, ahora que se está poniendo de moda el cómic histórico, también se podría usar como herramienta transversal para unir lectura e historia y presentar a los chavales de una manera más visual los contenidos que tienen que estudiar.
F: Creo que sería interesante utilizar las herramientas que utilizan los chavales. Por ejemplo, las críticas que se hacen a los youtubers me parecen un poco locas. Porque youtube es un mundo inmenso donde se hace de todo y hay chavales que se están enganchando a la lectura gracias a que existe la figura de los booktubers. Y creo que está un poco desaprovechado en el mundo del cómic. Ahora están empezando a hacer cosas muy interesantes la gente de Tomos y grapas. Están empezando a hacer charlas con autores muy potentes, reviews… Esto es importante también, que no se tenga al cómic fuera de estos ámbitos de divulgación que usa la gente joven. Ya se perdieron los kioscos hace 20 años, luego se crearon librerías especialidades en cómic así que el cómic se sacó de la librería generalista; ahora solo nos faltaría estar fuera de youtube. Parecemos un nicho súper reducido y pare gente rarita.

Hay chavales que se están enganchando a la lectura gracias a que existe la figura de los booktubers.

M: A veces somos un poco exigentes con lo que se entiende por lector de cómic… pero bueno, este tema da para otra discusión.
F: El problema es que se utilizan términos muy generalistas. Cuando dentro del cómic hay una amplitud inmensa de contenidos.
M: Claro, el cómic es un medio que puede tratar todo tipo de temas, para todo tipo de públicos y con todo tipo de estilos.
F: Sí, pero a veces se tiene la tentación de englobar al cómic en una única forma de ser, y esto no tiene sentido.
M: Bueno, y volviendo a tus cómics. Ahora ya sale en Francia Ojos grises y además estás trabajando con dos títulos que se van a publicar allí directamente.

F: Sí, los dos con el grupo Paquet. Uno es Korubaku, que lo hago con Alex Muñoz, el dibujante de mi primer tebeo publicado, Teluria 108 (Ed. Babylon). Es una historia de corsarios espaciales que acaban trabajando para el estado. Estamos muy contentos con cómo está quedando el tebeo. Ya hicimos las primeras entregas de página y todo va bien. Pero a ver cómo funciona. Con Ojos grises es distinto porque es un cómic que ya tiene un recorrido en en España, ya se ha probado aquí y se ha visto cómo ha funcionado. Pero esto es diferente, porque es empezar como autores desde cero en un mercado donde no nos conocen. Es una experiencia distinta. Yo estoy muy contento con la novedad, pero también estoy un poco nervioso.
Y el otro cómic lo estoy haciendo con Pablo ballesteros, a quien vosotros conocéis. También es un tebeo juvenil, un poco más absurdo tal vez, y también está quedando muy bien. Pablo mejora con cada pagina que me enseña.
M: Yo creo que es una cosa que he visto con Pablo (Sangre en el suelo) y con otros dibujantes que han trabajado con nosotros. Que cuando nosotros los publicamos estaban empezando, se veía el potencial, pero su estilo se ha refinado y la evolución se nota mucho.
F: De gente que ha trabajado con vosotros, veo a Pablo, veo a Hugo Llera (Sangre en el suelo), veo a Raquel Lagartos (TRMP #5), y es impresionante. Está muy bien ir acompañando el crecimiento de los artistas. También es verdad que a nivel personal también veo un cambio en mi forma de escribir.
M: El proceso de aprendizaje nos afecta a todos, cada uno a nuestro ritmo… ¿Y el trabajo con las editoriales francesas qué tal? ¿Has notado diferencias?
F: No muchas. Quizás lo más llamativo sea lo diversificado que puede estar el trabajo dentro de una editorial. En España puedes llegar a trabajar con dos o tres personas en una editorial: el editor del tebeo, el dueño de la compañía si tienes suerte, y tal vez el maquetador, si no es el editor o el autor directamente. En cambio en las editoriales francesas hay un entramado mucho más amplio detrás. Tienes al de contabilidad, al de prensa, al de comunicación, al editor de los autores españoles, al que organiza los viajes… Ves que hay una cantidad de gente en la empresa que te da a entender la potencia del mercado. Nosotros estamos en una editorial que ha cambiado de tamaño muy recientemente, ha pasado de ser una editorial pequeña a una editorial grande en los últimos cuatro o cinco años. Y esto se nota mucho en la gente que está trabajando en el proyecto. Y también en la cantidad de líneas editoriales que tienen: infantil, material histórico, otros sellos que van comprando… También se ve cómo los grupos van absorbiendo pequeños editores. Es más parecido a como funciona la narrativa en España, que si tienes un sello pequeño que despunta pues Planeta en diez años te compra y te absorbe y pasas a ser parte del grupo. Eso pasa a nivel cómic en Francia. La cantidad de sellos que pertenecen al grupo Glenat es sorprendente. Van fagocitando a empresas pequeñas.
A la hora de trabajar en sí en el tebeo, no hay diferencias. Tenemos cierta libertad creativa, y puede que a lo mejor haya una revisión más exhaustiva del proyecto por parte del editor encargado; para cumplir el plan de producción y la fecha de entrega. Puede que el sistema esté más trillado o perfeccionado. Pero todo esto tiene que ver con la cantidad de dinero que hay en la industria del cómic en Francia.
M: Antes ya hablamos de El último día, que editará The RocketMan Project, aunque aun no tenemos una fecha fija para el lanzamiento.
F: Llevamos tres libros y vamos para cuatro…
M: Tendremos que hacerte socio de honor. Sobre El último día, que está ambientado en Vigo. ¿Sigues mucho la ciudad, se ve bien reflejada en el cómic?

Cualquier vigués reconocerá la ciudad sin lugar a dudas.

F: Cualquier vigués reconocerá la ciudad sin lugar a dudas. Sale la Plaza de España, la Isla de Toralla, el Paseo de Alfonso XII. Algunos sitios también se me han quedado fuera, como el Estadio de Balaídos, el estadio del Celta, lleno de zombies, pero no pudo ser. Era hacerle una faena a un dibujante. Lo que para mi se escribía muy fácilmente para él era un poco más de trabajo.
M: ¿Crees que el ambiente de Vigo influye en el desarrollo de la trama?
F: Influye mucho. En Vigo está la Isla de Toralla que te decía. Está como a un kilómetro y medio metida dentro de la ría y la gente que vive dentro de la isla consiguió que esta sea privada; a pesar de que ha habido muchas protestas durante años para que sea de libre acceso. Pero no se puede entrar ni en coche y ni siquiera andando. Hay un guarda de seguridad y no te deja pasar. A pesar de que dentro a un castro celta y ruinas romanas. El caso es que en la historia el protagonista piensa que es muy buen sitio para encerrarse porque solo tiene un punto de acceso por lo que es muy fácil controlar la llegada de zombies. Si la historia se desarrollara en otro sitio tendría que haber encontrado una geografía similar. En Vigo estaba ahí en medio de la ría. Es muy característico además porque en los años setenta se construyó una torre de 15 plantas. En cualquier foto de la ría se nota que los fotógrafos tratan de evitar el mamotreto pero no siempre pueden.
M: Bueno, pues vamos a cerrar la entrevista aquí. Después de tratar una gran cantidad de temas muy diversos y esperamos que interesantes. Volveremos a hablar de cómics, de la lengua, de otras ciudades… Muchas gracias por habernos dedicado todo este tiempo.
Fernando Llor Día de las letras Gallegas