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Rayos y Retruécanos es el próximo título que vamos a publicar en The RocketMan Project. Con este cómic de humor salimos de nuestro terreno habitual y os traemos una historia cotidiana, personajes que viven aventuras del día a día y unos tintes de humor que nos van a hacer empatizar con ellos rápidamente. El dossier de esta obra lo recibimos en plena cuarentena y puede que fuera justo lo que necesitábamos en ese momento: una historia divertida, amable, con una pandilla de amigos que enseguida te resultan entrañables y con los que te sientes unido en sus pequeñas desgracias. Cuando más solos estábamos en nuestra casa llegaron Ruth, Candi, Miguel y Juanra para arrancarnos unas sonrisas e incluso unas carcajadas.

Cuando firmamos el contrato tuvimos una entrevista telemática con los autores, Juan Rodríguez y Rafa Mata, pero no queríamos dejar pasar la oportunidad de reunirnos con ellos en persona y charlar más sobre esta obra y sobre ellos mismos. Resultó que todos somos niños de la tele, con muchas referencias compartidas, por lo que la conversación fluyó animada una tarde cualquiera en Madrid, si no hubiera sido por la gente con mascarillas que nos rodeaba.

Rayos y Retruécanos, un cómic de Luis Rodríguez y Rafa Mata

El origen

Parece que el origen de Rayos y Retruécanos se encuentra en un fanzine que no se llegó a realizar. Hace tres años, Rafa y Juan comenzaron a hablar de que les gustaría hacer algo parecido a los fanzines americanos que ellos leen. Ya habían participado antes en fanzines pero dirigidos por otras personas pero esta vez querían conseguir algo con más calidad. Llegaron a reunir a varios amigos para que cada uno hiciera una historia dentro de un hilo conductor que uniera toda la publicación. Estaban buscando un fanzine temático que girara en torno a la cultura popular… Pero al final se quedaron ellos dos solos con una idea más centrada en las telecomedias  que decidieron llevar a delante. Los dos autores tienen gustos muy parecidos ( su compenetración queda totalmente demostrada al oírles hablar de la obra y como van matizándose el uno al otro)  y se basaron en esto para construir su propia historia. Su idea era adaptar una comedia americana, una sitcom de 25 minutos como El Principe de Bel Air o The Office, al cómic. En esta etapa, seguían dando vueltas a la idea de autoeditarse en grapa, que más tarde se recopilaría en un tomo que sería el equivalente a una temporada completa de una serie de televisión.

Entre los dos definieron el tono y la trama de la historia y fueron diseñando a los personajes hasta llegar a las bases de lo que ahora es Rayos y Retruécanos: una comedia con un tono de humor directo y cotidiano, mezclando el formato americano con todo el bagaje cultural que compartimos con ellos.

La editorial

Cuando ya habían desarrollado el primer capítulo empezaron a mandarlo a editoriales de las que recibieron buenas respuestas aunque  nada llegó a concretarse. Durante este tiempo siguieron avanzando con el cómic, descartaron el formato grapa y se enfocaron en un volumen de 80 páginas. Mientras avanzaban llegó la pandemia a nuestras vidas. Estuvieron a punto de guardar el proyecto en un cajón pero decidieron darle una última oportunidad. Volvieron a mandarlo a varias editoriales… y esta vez fue cuando nos llegó a nosotros. 

Aprovecharon el tiempo libre de la cuarentena para revisar editoriales y volver a enviar dossiers. Pensaron que la cultura no se iba a parar y que Rayos y Retruécanos podía ser el estilo de obra que la gente tendría ganas de leer. Les pareció que nuestra editorial podía encajar con su cómic y decidieron ver nuestra falta de obras de ese género como una ventaja, «por lo menos no tienen nada igual». Enseguida, nosotros les dimos una respuesta positiva y ellos ya no siguieron buscando más editoriales, concretándose todo rápidamente. Rafa confiesa que cuando Juan le comunicó que habíamos aceptado el proyecto realmente le alegramos el día, pues llevaba una temporada con muchos proyectos que se habían ido cayendo.

Después de esto quisieron hacer una entrevista por Skype con nosotros para comprobar que no éramos un bot XD.

Su personaje favorito

Mientras nos secamos las lágrimas después de sus bonitas palabras para la editorial les preguntamos por su personaje favorito. Los dos coinciden, es Ruth. Rafa lo tiene clarísimo, siente que Ruth es el personaje más suyo, con el que pudo llevarse más el diseño a su terreno y también porque Juan aceptó más cosas de las que él propuso para definir al personaje. Nos dice que también le gusta mucho el carácter de Ruth.

Juan nos la describe rápidamente: «una looser carismática». Aunque los cuatros protagonistas del cómic son personas bastante normalitas con sus problemas del primer mundo Ruth es una «optimista irredenta» nos dice Rafa, «mira que lo intenta y no lo consigue».

Sus fuentes de inspiración

Para entender un poco mejor el origen de la obra les preguntamos por sus fuentes de inspiración. Lo primero que menciona Juan son las telecomedias: «Yo enfoqué la obra y escribí el guion pensando en una serie de televisión. Lo iba planteando como si estuviera viendo Seinfield. Creo que mis guiones son muy cinematográficos y ahí Rafa tuvo que sufrir para adaptar mis movimientos de cámara al lenguaje del cómic. Mis referentes para la obra son, principalmente, televisivos.»

Rafa nos explica el proceso de adaptación: «a la hora de plantear las tramas pensamos en formatos televisivos. Cuando planteamos los episodios era con el formato de series de televisión como Los Simpsons o El Principe de Bell Air. Pero a la hora de trasladarlo al dibujo no es igual y yo no quería adaptar el lenguaje audiovisual tal cual. Mis referencias de cómic vienen de mangas como Dr. Slump o Bola de Dragón, y también de animes como Chicho Terremoto, con un humor muy directo. Además los dos somos muy fans de Locas y, aunque no tiene que nada que ver con esta obra, a nivel de historia sí que me sirvió de referente para ver cómo resolvía ciertas viñetas y situaciones». Juan quiso añadir que «Aunque también es la historia de dos amigas Rayos y Retruécanos es mucho más humorístico y amable, pero tenemos en mente continuar la historia con temas más serios o reflexivos con nuestro toque de humor».

Sobre ellos

Juan nos pone rápidamente al día de su recorrido: «Me encantan los cómics, los he leído desde siempre. Cada vez que iba a Continente con mi madre me compraba un Tintín. Siempre he dibujado y he escrito mis propias  historias, aunque ahora prefiero trabajar con dibujantes profesionales. Estuve haciendo una tira cómica durante mucho tiempo, al estilo de Calvin y Hobbes, aunque la dejé porque no me leía nadie. Me encanta el mundo creativo y a lo que más tiempo dedico es a la fotografía. Para mi el comic es un entretenimiento puro y duro. Ahora que ya estamos publicados siento un poco de presión y que es algo más serio, pero hasta ahora lo hacía por pasarlo bien».

Rafa se reserva para poder explicarnos detalladamente su recorrido artístico: «he dibujado toda la vida y siempre he leído cómics, también me gustan mucho los dibujos animados, las series con un tono infantil o juvenil. Lo mío es un batiburrillo. Consumo mucha cultura popular en general, soy más fan del manga que del cómic americano y lo que leo de americano es sobre todo underground. Con 15 años estudié en la escuela de Carlos Diez. Ese fue el primer curso de cómic que hice y tenía tanto clases de dibujo como de guion y narrativa, era un curso muy completo. Después empecé comunicación audiovisual pero lo dejé por diseño gráfico y enseguida empecé a trabajar en publicidad, mientras dibujaba en mi tiempo libre y buscaba trabajo como ilustrador. Después de estar de creativo en varias agencias acabé trabajando como ilustrador para una bastante grande, donde estuve siete años. En este tiempo también hice un curso de ilustración editorial en ESDIP, donde también tuve una asignatura de cómic muy enfocada en narrativa. Hice cortometrajes, un curso de guionista para televisión y estuve colaborando en varios proyectos. Al final me mudé a Los Ángeles y aproveché el cambio para empezar a desarrollar mi carrera en el cómic. Hasta este momento había hecho cómics y tiras pero de manera menos seria, sin dedicarle demasiado tiempo. Allí empecé a trabajar con un guionista y, mientras estaba con esto, surgió lo de Divertidas Consecuencias y La vida moderna. Yo veía estos programas y uno de esos días seguí un chiste que hizo Ignatius, me puse e hice el cómic de Divertidas Consecuencias. A sus seguidores les moló un montón y a ellos también, así que seguí con la broma. A través de esto contacté con Todopoderos y también  hice un cómic para elllos. Con estos trabajos y la respuesta de la gente empecé a cogerle el gusto y me dieron más ganas de hacer mis cómics y dedicarme completamente a ello. Con Rayos y Retruécanos empezamos antes de que me marchara a L.A. pero lo terminé después de todo este aprendizaje cuando volví a España. Entonces fue cuando decidimos mandarlo a editoriales. Soy ilustrador por encargo pero me gustaría hacer mis propios cómics y hacerlo bien. Durante la cuarentena también he escrito una novela gráfica y ahora voy a empezar a dibujarla, aunque es mucho más larga  y tiene mucho más trabajo».

(Entre risas le pedimos que nos mande el guion).

Después de la experiencia con Divertidas Consecuencias Rafa ha seguido haciendo webcomic:  «la respuesta de la gente me animó mucho. Noto que el recorrido de estudio y trabajo empezaba a dar sus frutos. Porque el trabajo de ilustración para publicidad es muy diferente, muy de batalla, mucho más rápido y muy poco personal. El cómic que estoy haciendo ahora se llama Mr. Pu, es un cómic mudo con un estilo muy japonés con un cerdito de protagonista. Cada semana cuelgo una tira en mis redes sociales (también nos tiene que enviar este proyecto, por supuesto). Este año voy a seguir trabajando de ilustrador y haciendo mi novela en el tiempo libre, porque tengo muchas ganas de contar esta historia que es mucho más personal. Además también voy a empezar a estudiar animación 3D y desarrollo de videojuegos».

El proceso creativo

Cuando les preguntamos cómo ha sido trabajar juntos se dan cuenta de que ya hace quince años que son amigos. Juan nos cuenta que «ha sido un proceso muy fluido. Al principio no había nada planificado. Rafa me mandaba ideas para tramas y a partir de ahí yo escribía un guion. Mis guiones son narrativos, nada técnicos, en este aspecto le dejo total libertad a Rafa. De algunas páginas si tenía una imagen mental de cómo quería que se vieran, pero al final confío en Rafa que es el que sabe de esto. También creo que somos un público muy agradecido y cuando recibía las páginas flipaba al ver cómo Rafa había pasado mis palabras a dibujo. No tenía muchas críticas. Además nos entendemos muy bien y tenemos gustos muy parecidos».

Aquí Rafa saca a colación un guion que se quedó a medias porque discutieron, no todo puede ser perfecto.

«Ese guion lo escribí yo» -nos dice Rafa en referencia a una parte de la obra- «y a Juan no le acabó de gustar, así que lo dejamos sin terminar. Cuando decidimos hacer Rayos y Retruécanos yo quería que los personajes fueran gente normal como Ruth, una looser carismática. Quería que fueran gente que fracasa en los grande objetivos de la vida: laborales, económicos, amorosos… Quería que las historias acabaran con un fracaso y después un “no pasa nada, la vida continua”. Para mi era importante que la historia fuera en contra del mensaje de “persigue tus sueños y lo conseguirás”».

«Eso es una cosa que pasa mucho en las series -puntualiza Juan-, los personajes empiezan siendo unos fracasados pero acaban triunfando y eso es algo que nos chirriaba mucho a los dos».

«Había veces que Juan tiraba hacia el optimismo en los guiones y yo tenía que recordarle ese planteamiento inicial, que era importante reconducir las historias a eso de “sale mal pero no pasa nada”» – Rafa nos cuenta la facilidad de trabajar con Juan-. «Si le pedía a Juan cambiar algún diálogo o el orden de una página para cuadrarlo mejor con la narrativa él me daba libertad completa y en general todo ha funcionado sin problema».

Se nota que al principio sentaron juntos las bases del cómic y que cuando surgieron dudas eran fáciles de resolver pues los dos tenían una idea muy clara del cómic que querían hacer.

«Menos el último guion, lo que también es normal, no se puede estar de acuerdo en todo. Puede que fuera un poco traumático después de haber trabajado tan bien que nos atascáramos en ese», recuerda Juan.

Juan nos cuenta que donde más cambios ha hecho ha sido en las cartas al director: «al principio a Rafa le parecieron muy suaves así que me puse en plan punky, luego me dijo que me había pasado… y así las fuimos puliendo».

Rafa nos lo explica: «Eso fue porque ya íbamos a publicar y había que ponerse serios. También fue después de que no te gustara mi guion -dijo entre risas-».

La correctora nos ha pedido que les hagamos una pregunta facilita, ¿la dirección de email que aparece en el cómic para escribir las cartas al director funciona? Recibimos una respuesta unánime: «sí». Ya estamos esperando vuestras cartas en cuanto leáis el cómic.

Próximos proyectos

Para cerrar esta entrevista les preguntamos por sus próximos trabajos. Empezamos con Juan: «a mi me gustaría seguir con esta historia. Pero con calma, porque el mundo del cómic es complicado y hay que cuadrarlo con la vida personal».

Rafa nos cuenta «he mejorado mucho con este cómic. Me obsesioné con el guion y estuve muy encima para estar seguro de que todo cuadraba. También mi estilo de dibujo ha evolucionado y creo que en el último capítulo se nota. Ahora mismo no tenemos más historias en común porque apostamos por esta. Creemos que va a funcionar y vamos a seguir trabajando con Ruth y Candi. Uno de nuestros primeros lectores fue Álvaron Pons y le encantó el cómic, puede que eso nos animara pero también nos presionara para seguir con esta historia y no desviarnos con otros proyectos. Aparte, a nivel personal, tengo tres historias con guion propio en la recámara, que todavía no le he enseñado a Juan porque quiero que las disfrute como lector. Bueno, y seguimos dándole vueltas al “fanzine fetén”, donde cada uno haga su historia con total libertad».


Si esta entrevista te ha resultado interesante ya puedes echar un vistazo a las primeras páginas y reservar tu ejemplar (a partir del 5 de octubre) para llevártelo dedicado y con unos regalitos.

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