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yo leo comics

El mundo del cómic estaba creciendo y cada vez nos era más fácil acceder a nuevas historias y no solo a los «clásicos» superhéroes, sino historias de todo tipo: historias costumbristas, de personalidades históricas, de impacto social, feministas… Aunque ahora mismo el futuro del mundo de cómic es incierto con toda esta pandemia que estamos sufriendo, The Rocketman Project sigue queriendo difundir y acercar los cómics a todo tipo de lectores. Si bien nosotros seguimos apostando por las publicaciones en formato tradicional, queremos potenciar más el formato digital para que sea aún más fácil acercarse a este mundo sin importar la situación en la que estemos.

Invitado por Mercedes, me dispongo a seguir la campaña de #YoLeoComics en pos de esa difusión que queremos conseguir contando mis orígenes en la lectura de los cómics y en la edición.

Cómo empecé a leer cómics

Mi llegada a los cómics vino de la mano de mi hermano: había sufrido la traumática experiencia de que le tiraran toda sus colecciones de Spiderman, Capitán América, Vengadores… y, cuando tuve suficiente capacidad de raciocinio, me fue introduciendo en el «mundillo» con cómics sueltos que comprábamos en el quiosco de sus héroes favoritos, algún Mortadelo y Filemón y la revista de Mickey Mouse.

Mientras tanto, el periódico ABC tenía a bien a regalar una revistilla para los «más peques» llamada Gente menuda donde aparecían varias tiras cómicas de autores españoles y, tiempo después, el periódico el SOL hizo lo propio pero con los héroes de marvel entremezclados con otros cómics europeos como son Marsupilami, El pequeño Spirou y Gastón. Así, además de algunas aventuras del cómic europeo, llegó a mi vida el Daredevil de Miller, quien se convertiría en mi superhéroe favorito, Los 4F de John Byrne y la batalla entre Wolverine y Hulk de Todd McFarlane.

Cuando empecé a tener algo de dinero el primer cómic que me compré fue el número 26 de Bola de Dragón de la serie roja con aquel mensaje de «Episodios inéditos en televisión» impreso en la portada. Eso me abrió las puertas al Manga pues tras eso amplié mis horizontes con Gun Smith Cats, Akira, Ghost in the shell y Evangelion.

Volviendo al cómic americano, Daredevil siguió marcando mi vida con «Diablo guardián» de Kevin Smith en Marvel Knights y de ahí me enganché a otras series como eran Estela plateada, Spawn y Witchblade. Una vez al mes acudía a la calle Luna de Madrid a vagar por las tiendas de cómics viendo las últimas publicaciones y los clásicos para completar colecciones o empezar algunas nuevas. Costumbre que no he perdido con el paso de los años y la visita a las tiendas se transformó en algo ritual donde me fui acercando a otras historias, adoptando a Alan Moore como uno de mis autores favoritos con obras como Watchmen, Top 10, Tomorrow Stories, La liga de los hombres extraordinarios y los más recientes Providence y Neonómicon. 

 Los salones del cómic se convirtieron también en punto de reunión de personas con aficiones similares. Al principio éramos cuatro gatos y ni te cuento en los del manga, pero eso poco a poco fue creciendo de manera exponencial hasta lo que es ahora, algo que miro con asombro y alegría a partes iguales ^^.

Y ahora… ahora estoy en fase de releer todos mis cómics para revalorarlos mientras alterno las nuevas compras como es Astro city, Los Muertos Vivientes y The Boys, dejando siempre la puerta abierta a la sorpresa de nuevos géneros y autores.

Cómo empecé a publicar cómics

De tanta lectura de libros, cómics y juegos de rol, la vocación de escritor tendría que salir tarde o temprano. Siempre para mí, poco a poco fui haciendo algún que otro relato que creaba mundos inspirados en otras obras o que usaría para mis propias versiones de juegos de rol.

Este camino me fue llevando hasta el mundo de la edición, donde en los últimos años me he dedicado a la edición de juegos de rol tanto como autor, responsable de producción y responsable de edición. Todo este conocimiento dado de la experiencia y la consulta de manuales me ha permitido crecer en el mundo de la edición y poder compartir mi experiencia con amigos como Mercedes con quien de tanto hablar, hemos decidido unirnos de manera laboral en este viaje.

Y aquí estoy, en The Rocketman Project, haciendo todo lo posible por acercar este arte con la mejor calidad posible para que la gente no se pierda esta maravilla que son los cómics.

Sergio M. Vegara, editor de The RocketMan Project


 

Si queréis saber cómo empezó a leer cómics Mercedes, la editora, podéis leerlo aquí.

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