• 0 Items - 0,00
    • No hay productos en el carrito
nuestra primera licencia

Hace un tiempo anunciamos en nuestras redes sociales que habíamos comprado nuestros primeros derechos de publicación de una obra extranjera. Fue una noticia que os emocionó a todos, lo que nos alegró mucho también a nosotros porque está siendo una experiencia muy importante para la editorial.

A raíz de esto, hemos decidido compartir nuestra experiencia con vosotros y explicaros cómo ha sido el proceso. Aunque hoy solo voy a haceros una introducción a este tema, sobre todo a nivel emocional, de lo que ha supuesto para mí esta compra.

Quiero confesar que la idea de comprar unos derechos extranjeros nos había pasado por la cabeza hace ya años, pero por alguna razón tenía un miedo infundado y no acababa de animarme a preguntar. No me sentía preparada, no sentía que The RocketMan Project estuviera preparada para dar este paso. Pensaba que iba a ser muy caro, muy difícil y un gran compromiso. No voy a decir que esto haya sido un paseo de rosas, pero no ha sido ni la décima parte de complicado de lo que yo imaginaba. Siempre hay que preguntar, que el no ya lo tienes (para más consejos sígueme en Twiter).

El momento de la verdad:

La primera vez que quisimos comprar unos derechos… llegamos tarde. Preguntamos por una obra, llegamos a hacer una oferta, pero resultó que otra editorial española se nos había adelantado. Por el desarrollo posterior que ha tenido este título me quedo con la sensación de  haber tenido buen ojo al elegir esa obra aunque no la hayamos podido publicar nosotros. Así que decidí fiarme un poco más de mí misma e intentar ser un poco más rápida para que esto no volviera a pasar.

Después de esto contactó con nosotros Jean, un agente francés que estaba empezando a construir su cartera de clientes y quería incluir el catálogo de The RocketMan Project entre sus obras. Esto fue algo muy importante para nosotros, no solo podíamos comprar obras extranjeras, si no que también íbamos a vender las nuestras a otras editoriales. Por supuesto ya sabía que esto se podía hacer, pero la locura del día a día y lo reducido de nuestro catálogo hicieron que se fuera posponiendo esta oportunidad de negocio. A finales de dicembre hemos firmado nuestra primera venta de derechos (La Confesión se editará en alemán) y esta noticia me hizo muy feliz: de alguna manera mi trabajo como editora quedaba más reconocido. Y por supuesto esto abre un nuevo mercado a mis autores.

Y esta ha sido la montaña rusa de emociones que hemos vivido en 2020 relacionada con la compra-venta de derechos de traducción. En un próximo post entraremos en mas detalles sobre el proceso.

 

 

Deja un comentario